Buenos días!! Como cada 15 días, de la mano de Especia tenemos sección Fly me to the moon, donde os proponemos destinos de todo tipo para que tengáis un viaje de ensueño.
La alternativa de hoy es para todos aquellos que queráis ir a países lejanos pero necesitéis un viaje "low cost". Se trata de un destino donde el turismo no está todavía explotado y por lo tanto todas las infraestructuras y la comida son muy económicas. Unos parajes auténticos, sin estar pervertidos por el turismo occidental, para evadirse de la realidad. Os dejo con las palabras que Aurora me ha hecho llegar desde esos mundos...
Palawan, la última frontera
En mi última aventura por tierras asiáticas he
tenido el privilegio de conocer uno de los últimos rincones perdidos y salvajes
del planeta, las islas de Palawan, en Filipinas y por sus muchos atractivos y rincones
mágicos las he considerado un destino idílico para una luna de miel perfecta.
Palawan es un estrecho archipiélago compuesto
por más de 1,700 islas, en la frontera occidental de las Filipinas concentrando
el mayor número de islas de todo el país y las menos pobladas. Rodeadas por el
mar de Sulu al este y por el mar del Sur de China al oeste, estas islas son un
paraíso para los amantes de las playas desiertas de arena blanca rodeadas de
cocoteros, trekkings por selvas, cuevas y ríos subterráneos, fondos y fauna
marina extraordinarios, puestas de sol memorables y hoteles con encanto en el
fin del mundo.
De entre toda esta naturaleza virgen, me
quedo, sin lugar a dudas, con dos lugares: El Nido y el archpiélago de las
islas Bacuit y las Islas Calamianes,.
EL NIDO Y EL ARCHIPIELAGO DE BACUIT
La belleza sin rival de El Nido reside en las
islas de kársticas que se erigen como catedrales de piedra por toda la bahía,
con dramáticos acantilados cubiertos de una exuberante vegetación y rodeadas
por playas escondidas de arena blanquísima y aguas azul iridiscente.
En 2006, la revista Time listó El Nido como
uno de los secretos mejor guardados en cuanto a destino turístico, pero incluso
esa mención en una revista tan internacional como esa, no lo ha estropeado ni
convertido en destino de masas, sino más bien al contrario. El Nido es la meca
de viajeros independientes e inagotables buscadores de lugares aún por
descubrir y buscan esa comunión perfecta entre naturaleza y la vida de las
gentes autóctonas que habitan esos lugares. Aún tranquila, prístina y
escondida, la bahía del Nido es un santuario que recibe a los viajeros que
quieren dejar el mundo atrás por unos días, meses o años o…toda una vida!
La Bahía Bacuit, en la costa sudeste del Nido,
es donde las 45 islas despliegan todo su poder de seducción ofreciendo un
entramado de canales, lagos secretos, selvas, cascadas, cuevas y lagunas que
dejan a uno sin aliento. Todas presentan formas muy originales y sorprendentes
y compiten en belleza con maravillas naturales a nivel mundial como la Bahía de
Halong en Vietnam o Guilin en China.
Estos misteriosos y poderosos acantilados
están surcados por cuevas donde los habitantes de El Nido se juegan la vida
para recolectar lo que es uno de los manjares más apreciados, raros y buscados
del sudeste asiático, los nidos de pájaro. Un kilo de nidos puede venderse en
China por unos 3.000 dólares! El nombre de El Nido viene de su principal
actividad, la recolección de nidos para elaborar una delicada sopa muy
apreciada por el mercado chino.
Los días pasan entre excursiones en barca
privada a las distintas islas, con picnic en alguna playa secreta, paseos en
kayak por el lagoon, trekkings hasta las cumbres para gozar de vistas
impresionantes, puestas de sol y cenas a la luz de las velas degustando alguno
de los mariscos que se pescan en estos mares, como el cangrejo flor o la
langosta tigre.
Islas con nombres tan sugerentes como Miniloc,
Mantiloc, Snake Island o Lagen Island son algunas de las illas que pueden
visitarse en excursiones privadas y que brindan una privacidad infinita y un
paraíso solo para dos. Dos resorts de lujo muy exclusivos se encuentran en las
islas de Miniloc y Lagen, a la que se llega en hidroavión. Otras opciones más
para todos los bolsillos pero con muchísimo encanto son el Dolarog Resort o Las
Cabañas, situados delante de playas perfectas y alejadas de todo.
LAS ISLAS CALAMIANES
Subir a lo alto de una cima de una las
montañas de la isla de Coron y ver la puesta de sol sobre todo el archipiélago,
bajar en inmersión a uno de los doce barcos japoneses hundidos durante la
Segunda Guerra Mundial, conocer la vida cotidiana de los pescadores que habitan
la costa o dejarse mimar en un exclusivo resort disfrutando de aguas
cristalinas y arenas blanquísimas con exuberante vegetación son algunas de las
actividades y sorpresas que os esperan en estas remotas islas.
Ya desde la primera visión de este archpiélago
desde el cielo, llegando en avioneta, uno queda maravillado por el espectáculo
de verdes montañas ondulantes cubiertas de hierba, palmeras, manglares, montañas escarpadas y aguas
de mil tonos de azul y verde. Los cientos de islitas parecen pequeñas esmeraldas
vistas desde el cielo.
La misteriosa y salvaje isla de Coron,
habitada por los Tagbanuas, los indígenas nómadas que viven en la isla desde su
origen, parece el escenario de Parque Jurásico o King Kong y sus lujuriantes
lagos interiores rodeados por altísimas montañas kársticas pero de agua cristalina
y trasparente los convierten en una experiencia única para disfrutar de un baño
y hacer inmersiones fuera de lo común.
Para los amantes de la fauna y la naturaleza,
estas islas ofrecen experiencias realmente emocionantes. Se puede disfrutar de
un snorkeling espectacular en el parque Marino Siete Pecados, donde las
tortugas y las rayas nadan a tu lado, bañarse en las aguas de los Twin Lagoons
o probar las aguas termales marinas que surgen de un volcán subterráneo.
Estas aguas y sus manglares están habitadas
por el raro y en peligro de extinción Manatí o Dugong, un mamífero herbíboro y
acuático lo más parecido a las míticas sirenas. Poder nadar con estas amables y
simpáticos animales es algo único y fuera de lo común que se encuentra en muy
pocos lugares del planeta.
También habitan las islas una especie de
murciélago, los Fruit Bats, que al anocher, justo en el momento más mágico de
la puesta de sol, cubren el cielo alzando el vuelo de manera masiva para ir a
alimentarse de unas frutas que crecen en los árboles de las islas. Es el poder
absoluto de la naturaleza virgen e intacta en un entorno bellísimo.
Y como no, la actividad por excelencia es
practicar el Island Hopping, e ir de isla en isla con un barco privado, bangka,
como le llaman los locales a la caza de la playa perfecta y pernoctar en alguno
de los hotelitos con encanto que se esconden en las islas.
Lo que no os podéis perder:
·
Pinagbuyatan Island: Un sueño de paraíso tropical que se
levanta 370 metros sobre el nivel del mar, tiene una playa de ensueño muchas
veces fotografiada y que ha sido utilizada como portada del Lonely Planet
Philippines.
·
Descubrir las cuevas y lagos interiores en bangka de la isla
de Coron y sobre todo, los Twin Lagoons.
· Ver la puesta de sol desde la
isla de Dymakia, una de las más escénicas y sugerentes que podáis imaginar y asistir
al espectáculo de los murciélagos de la fruta en su viaje hacia la isla vecina
en busca de comida, siempre a la misma hora, las 18:15h. Todo esto, saboreando
una Piña Colada desde el maravilloso Club Paradise, un hotelito con cabañas a
pie de agua y que ofrece un estancia inolvidable.
Y hasta aquí el Fly me to the moon de hoy!! Qué os ha parecido? Os atrae el destino? Ya sabéis que podéis hacernos porpuestas que cumpliremos seguro! En el anterior nos pidieron un especial NY y ya lo estamos preparando!!
Besitos!!!
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